Cuando se piensa en problemas dentales, rara vez vienen a la mente las fístulas dentales. Sin embargo, se trata de un problema dental frecuente que puede ser difícil de tratar si no se toman las medidas adecuadas.
Una fístula dental es una conexión anormal entre dos partes del cuerpo que suele encontrarse en la boca o las encías. Puede aparecer como un pequeño grano acumulado con pus alrededor de la zona. Aunque muchas personas con esta afección optan por remedios caseros, a veces puede ser necesaria la intervención de un especialista para eliminar con éxito estas obstrucciones y deshacerse de las bacterias dañinas antes de que surjan complicaciones graves.
En esta entrada del blog, hablaremos de las causas de las fístulas dentales, las zonas que puede afectar, síntomas, causas y los procedimientos de diagnóstico utilizados por los dentistas y cirujanos orales y las opciones de tratamiento eficaces disponibles para quienes padecen este problema. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es una fístula dental?
Una fístula dental es un paso o abertura entre la encía y el hueso maxilar o una estructura cercana. Puede producirse como consecuencia de una caries dental avanzada, un traumatismo, la formación de un absceso, una enfermedad periodontal o tratamientos quirúrgicos. Las fístulas dentales pueden causar dolor importante y otros síntomas dependiendo de su tamaño y localización en la boca. El tratamiento suele consistir en antibióticos para reducir la infección y cirugía para cerrar las aberturas causadas por la fístula.
¿En qué zonas de la boca salen las fístulas dentales?
En la cavidad oral, las fístulas dentales suelen formarse en los tejidos blandos, como las encías, el paladar o los labios. También pueden encontrarse en la membrana mucosa que recubre algunas de las estructuras óseas subyacentes de la mandíbula y la cara, como alrededor de los dientes o en la cavidad nasal. Además, pueden desarrollarse fístulas en el paladar duro y la base de la lengua. La formación de fístulas es más probable cuando se produce un traumatismo en estas zonas que implique infección o inflamación.
Tengo un bulto en la encía, ¿qué es?
Esta es una pregunta que suelen hacerse muchas personas a lo largo de su vida. Es frecuente que a muchas personas les aparezca un bulto en la encía. La causa más común de este bulto es un quiste, un absceso o un tumor. No obstante, lo primero que debe hacer es acudir a un odontólogo experto para que identifique el problema.
Diferencias entre fístula y flemón
Tanto la fístula como el flemón son afecciones médicas que implican la formación de una cavidad o absceso lleno de pus. Una fístula es una conexión anormal entre dos órganos o vasos, mientras que un flemón es una acumulación localizada de pus en un espacio tisular. Ambas requieren tratamiento por parte de un profesional sanitario para garantizar una curación adecuada.
Síntomas de la fístula dental
Los síntomas de la fístula dental pueden variar en función de la causa y la localización de la fístula. Los síntomas más comunes son dolor, hinchazón, enrojecimiento, sensibilidad y supuración visible de la zona cercana o alrededor del diente afectado. Otros signos pueden ser mal sabor de boca, dificultad para abrir la boca, fiebre y malestar general que no mejora con reposo o medicamentos sin receta. Además, una fístula dental puede ir acompañada de otros problemas de salud bucodental, como una infección o un absceso.
Si presentas alguno de estos síntomas durante más de unos días, es importante concertar una cita con el dentista para determinar su causa y elaborar un plan de tratamiento. Es probable que tu dentista te haga una radiografía para obtener una imagen del interior del diente y las encías y así poder hacerse una mejor idea de dónde se encuentra la fístula y de su extensión.
Las causas de una fístula dental
Las fístulas dentales pueden deberse a varias causas, como infecciones bacterianas, traumatismos en la boca, defectos de desarrollo, enfermedades del tejido gingival y una higiene bucal deficiente.
Las infecciones bacterianas son una de las causas más frecuentes de las fístulas dentales. Las bacterias pueden entrar a través de pequeñas aberturas en las encías o alrededor de los dientes y causar una infección. Esto puede provocar hinchazón e inflamación en la zona, junto con dolor y supuración de pus. En algunos casos, esta infección podría extenderse a otras partes de la boca o del cuerpo. Los traumatismos son otra causa frecuente de fístulas dentales. Un accidente que afecte a la boca o los dientes, como una caída o un golpe en la cara, puede dañar las encías o las estructuras subyacentes y provocar una fístula. Las lesiones deportivas también pueden ser responsables de causar una fístula dental.
Los defectos de desarrollo son otra causa potencial de fístulas dentales. Las anomalías que afectan al desarrollo del esmalte dental pueden dejar pequeñas aberturas por las que pueden entrar las bacterias, lo que acaba provocando una infección y formando una fístula. Además, algunas personas tienen por naturaleza encías finas que no cubren bien los dientes. Esto también las hace vulnerables a desarrollar fístulas dentales debido a las infecciones bacterianas que entran por estas zonas expuestas.
Las enfermedades de las encías también pueden contribuir a la formación de fístulas dentales. Las enfermedades de las encías se deben a la acumulación de placa en los dientes, que irrita el tejido gingival y provoca inflamación y otros problemas, como el sangrado de las encías. Las malas prácticas de higiene bucal también se asocian al desarrollo de fístulas dentales, ya que permiten la acumulación de bacterias y placa, lo que aumenta el riesgo de que se produzcan infecciones que, con el tiempo, desembocan en la formación de puños.
¿Cómo evitar tener fístulas? Prevención de una fístula dental
Prevenir las fístulas dentales es importante para la salud bucodental en general. Hay varias medidas que puede tomar para ayudar a evitar el desarrollo de una fístula.
En primer lugar, debes tener una buena higiene bucal. Cepillarse los dientes dos veces al día, usar hilo dental al menos una vez al día y enjuagarse con un colutorio con flúor puede ayudar a prevenir las enfermedades de las encías que pueden provocar la formación de fístulas. En segundo lugar, presta atención a cualquier cambio en tu boca o encías. Si notas enrojecimiento o inflamación alrededor de las encías, dolor al comer o beber, sensibilidad a los alimentos calientes o fríos, o mal aliento que no desaparece, es importante que conciertes una cita con tu dentista lo antes posible. En tercer lugar, deja de fumar si lo hace actualmente. Por último, sigue una dieta sana baja en azúcar y rica en frutas y verduras.
Cómo curar una fístula dental: Tratamiento
¿Cuál es el tratamiento para una fístula dental? Dependiendo de la gravedad de la situación, hay varias opciones de tratamiento disponibles para gestionar con éxito este problema. El tratamiento más común para una fístula dental es una endodoncia. Durante este procedimiento, se extrae la pulpa infectada del diente, así como cualquier tejido dañado que lo rodee. Si es necesario, también puede colocarse una corona sobre el diente. Este proceso ayudará a sellar cualquier vía que vaya de la boca a otras partes del cuerpo, evitando así una mayor infección y permitiendo una curación adecuada.
Dependiendo de la gravedad del caso, también pueden recetarse antibióticos para ayudar a combatir cualquier resto bacteriano que pueda seguir presente en la zona. Además, se puede utilizar un enjuague bucal antibacteriano para eliminar cualquier bacteria adicional que se haya acumulado en la zona afectada o a su alrededor. En algunos casos, la cirugía también puede ser recomendada si hay un daño significativo o infección que no puede ser tratada con antibióticos o tratamiento de conducto solo.
En definitiva, si crees que puedes tener una fístula dental, es importante que acudas al dentista lo antes posible. Los expertos de la Clínica Dental Implansur estarán encantados de poder ayudarte, ¡te esperamos!